Las enseñanzas de la Ingeniería de Minas se implantan en España por Real Orden de 14 de julio de 1777, reinando Carlos III, diez años después de la primera Academia de Minas, de Freiberg (Sajonia). Con la concurrencia de valiosos especialistas nacionales y extranjeros se creó la Academia de Minas en Almadén.
Es en este siglo de la Enciclopedia cuando se inicia la incorporación de la ciencia a las tecnologías empíricas y experimentales. Se hacen necesarios conocimientos matemáticos en las explotaciones mineras y comienza el conocimiento de los minerales desde su composición química y sus estructuras cristalográficas. La primera cátedra fue de Geometría Subterránea y Mineralogía, impartida por D. Enrique Cristóbal Storr. D. Fausto y D. Juan José de Elhúyar descubren el wolframio, fundando el primero de ellos el Real Seminario de Minería de México. Otro profesor del Seminario, D. Andrés Manuel del Río, consigue aislar por primera vez el vanadio.
En el año 1799, la Física y la Química se unen al Plan de Estudios y Proust inicia en la Escuela de Minas las enseñanzas de Geognosia. En este final de siglo se multiplican las Escuelas en América, bajo dirección española. En los últimos años del siglo, los viajes geológicos de Humboldt por la América Hispana abren paralelamente las enseñanzas de la Geología en las Escuelas de España y América.
Desde el año 1827, con el antecedente del “método del patio” y los estudios de Alonso Barba sobre la amalgamación de la plata, esta metalurgia se hace esencial y su estudio se sigue tanto en Almadén como en México y Perú. Pero ahora, a diferencia de la época de la Alquimia, la Metalurgia es sustentada por la Química.
Hasta mediados del siglo XIX la enseñanza es, en cierto modo, un conglomerado de conocimientos empíricos, científicos y experimentales. La Ley de Instrucción Pública de 1857, que crea el título de Ingeniero es, además, el punto de partida de un concepto didáctico que se refleja en el ordenamiento de los estudios. El primer plan de estudios consta de tres cursos inicialmente, y de cinco sólo dos años después.
La estructura de este plan de estudios comprende ciencias básicas (Matemáticas, Mecánica, Química, Geometría Descriptiva) en los dos primeros cursos; ciencias aplicadas (Mineralogía, Química Analítica, Construcción, Paleontología, Geología, Metalurgia y Máquinas) en los dos siguientes, y especialidades (Laboreo de Minas, Metalurgia Especial, Geodesia, Derecho y Legislación minera) en el último. En lo fundamental, este plan se ha conservado en todas las carreras técnicas hasta nuestros días.