Ingeniera, inventora y actriz, sus descubrimientos han permitido el desarrollo del WIFI
Era considerada una de las actrices más bellas del mundo y la inventora del sistema de comunicaciones denominado “técnica de transmisión en el espectro ensanchado” en el que se basan todas las tecnologías inalámbricas de que disponemos en la actualidad. Actriz, ingeniera de telecomunicaciones e inventora cuyo glamour eclipsó sus otras facetas.
Hedwig Eva Maria Kiesler. Fue la única hija de un banquero de Lemberg y una pianista de Budapest que, aun siendo de origen judío, se habían criado en el catolicismo.
En el colegio, destacó por su brillantez intelectual siendo considerada por sus profesores como superdotada. En casa, creció escuchando las interpretaciones de su madre al piano y ella misma, desde pequeña, tocó este instrumento a la perfección. Compleja e inquieta, abandonó los estudios de ingeniería, decidida a cumplir sus sueños de ser actriz.
La película que la llevó al estrellato en 1932, no pudo ser más polémica. Éxtasis, filmada en Checoslovaquia bajo la dirección de Gustav Machaty, fue el primer film en mostrar el rostro de una actriz, completamente desnuda, durante un orgasmo. Fue tachado de escándalo sexual y se prohibió su proyección en las salas de cine. Le llovieron censuras y condenas, incluida la del Vaticano.
Fritz Mandl, magnate de la empresa armamentística, quedó embelesado de la belleza de la joven y solicitó permiso a su padre para cortejarla. Sus padres la obligaron a casarse con Firtz condenándola a una temporada en el infierno ya que él era extremadamente celoso y trató de hacerse con todas las copias de Éxtasis. Vivía rodeada de lujo en el famoso castillo de Salzburgo, pero era una esclava que no podía hacer nada sin la autorización de Mandl. Hastiada del vacío insoportable en el que se había convertido su vida, retomó la carrera de ingeniería. La vigilancia continua llegó a resultarle tan insoportable que decidió huir. Finalmente, logró llegar a Londres y embarcarse en el trasatlántico Normandie con destino a Estados Unidos. Allí coincidió con un viajero muy especial, el productor de películas Louis B. Mayer que le ofreció trabajo antes de llegar a puerto con la condición de que se cambiara su nombre artístico a Hedy Lamarr.
El sistema concebido por Hedy partía de una idea tan simple como eficaz. Se trataba de transmitir los mensajes u órdenes de mando fraccionándolos en pequeñas partes, cada una de las cuales se transmitiría secuencialmente cambiando de frecuencia cada vez, siguiendo un patrón pseudoaleatorio. De este modo, los tiempos de transmisión en cada frecuencia eran tan cortos y además estaban espaciados de forma tan irregular, que era prácticamente imposible recomponer el mensaje si no se conocía el código de cambio de canales. Para poder llevarlo se asoció con un músico experto en sincronización de instrumentos y crearon la patente.
El 10 de junio de 1941 presentaron al registro la solicitud de patente: “SECRET COMMUNICATION SYSTEM”, que les fue concedida el 11 de agosto de 1942, cuando USA ya estaba en guerra con Japón y Alemania. Hedy firmó con su apellido de casada, Markey, que apenas utilizó durante un par de años. Los militares estadounidenses no quisieron utilizar el sistema de Hedy. No obstante, En 1957, ingenieros de la empresa estadounidense Silvania Electronics Systems Division desarrollaron el sistema patentado por Hedy y George, que fue adoptado por el gobierno para las transmisiones militares tres años después de caducar la patente. La primera aplicación conocida se produjo durante la crisis de los misiles de Cuba en 1962
Aunque la actriz no consiguió ingresar ni un solo centavo por la patente, que caducó sin ser utilizada, no puede discutirse que fue la pionera en esta técnica. Los honores y el reconocimiento, como veremos, tardaron en llegar.
Tuvo seis fracasos matrimoniales que junto al declive de su carrera cinematográfica la llevaron a un consumo masivo de pastillas y a una obsesión enfermiza por la cirugía estética. Se volvió cleptómana y protagonizó sonados escándalos al ser detenida en diversas ocasiones. Finalmente, se recluyó en su mansión de Miami para pasar los últimos años de su vida aislada de un mundo que la había marginado.
Cuando llegaron al fin los reconocimientos como inventora, ya era demasiado tarde. Su amargura había crecido hasta el punto que cuando le comunicaron la concesión del Pioner Award se quedó imperturbable y comentó escuetamente. “Ya era hora” (it’s about time).
Fuentes:
https://mujeresconciencia.com/2015/11/30/hedy-lamarr-la-inventora/
https://es.wikipedia.org/wiki/Hedy_Lamarr#Sistema_de_comunicaciones_secreto
* El artículo Hedy Lamarr, la inventora se publicó en el blog Los Mundos de Brana de Laura Morrón el 4 de marzo de 2015.